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Germinar semillas con seguridad

Germinar semillas con seguridad

Todos sabemos de los beneficios que se derivan del suministro de semillas germinadas a nuestras aves, en mi caso a mis forpus. Especialmente en época de cría solas o mezcladas con la pasta de cría a la que aportan, además, una dosis de humedad que tanto aprecian nuestras aves para facilitar la alimentación de nuestros pichones.

Las semillas germinadas, en su mejor punto es cuando está saliendo el germen, en aquel momento existe una explosión vitamínica concentrada que enriquece la alimentación que damos cada día a nuestras aves. No debería permitir que el germen o raicilla que sobresale de la semilla en el proceso de la germinación se alargue pues pierde buena parte de esas vitaminas y es menos apetecible para nuestras aves.

No obstante el beneficio del aporte a nuestras aves de las semillas germinadas no debemos de olvidar su propensión a formar hongos y bacterias malignas para la salud de nuestras aves. Muy perjudiciales y a veces si no tomamos medidas urgentes pueden desencadenar daños peores en la salud.

En este sentido queda manifestó que necesitamos que nuestro germinado esté limpio de bacterias, hongos, moho. ¿Cómo vamos a lograr que nuestras semillas germinadas estén en buenas condiciones? Hay diversos métodos. Los mismos que los procesos para que las semillas germinen.   Yo os contaré mi experiencia en este sentido y tal y como vengo realizándolo con éxito hasta hoy, sin pretender ni dar lecciones a nadie ni cambiar sus hábitos pues ya sabemos que cada criador tiene sus conocimientos y su práctica para llevarlo a cabo en perfectas condiciones, pero si puede servir de orientación mi opinión a personas que se inician o que están teniendo problemas con la germinación o sencillamente desean probar otros sistemas, me doy por satisfecho.

Decía que existen varios sistemas para germinar semillas y para que estas estén en perfectas condiciones para suministrarlas a nuestras aves.

En primer lugar hablaré de la limpieza, higiene y como evitar los hongos, bacterias y mohos dañinos durante este proceso de germinar semillas hasta el momento de darlas a las aves.

Comenzaremos por elegir unas buenas semillas para germinar, de buena calidad.

Después vamos a pasarlas por un aparato de los que usamos para limpiar semillas del polvo y las cáscaras.

Continuamos por lavarlas bajo el chorro de agua del grifo mediante un colador de malla fina para que no perdamos las semillas. Un aclarado de las mismas hasta que nos parezca que quedan bien relucientes y no suelten agua turbia.

Se depositan en un recipiente las semillas, una vez limpias. Se añade agua hasta cubrirlas bien. En este momento tenemos en nuestras manos una buena parte del éxito. El agua con la que vamos a cubrir las semillas se le añade unas gotas de un antibacteriano y anti hongos. Los hay diversos, por ejemplo de Calier (Fungi Calier), de Quiko y de Canariz, también puede servir el uso de unas gotas de vinagre de manzana. Aseguraos en este último caso de que sea puro y no lleve otros componentes químicos y conservantes que pueden ser perjudiciales para nuestras aves. Utilizad uno de confianza o mejor si es de una tienda de productos biológicos. Hace tiempo que yo vengo usando Canariz anti hongos y bacterias con buenos resultados. Composición: Acido Propiónico, Acido Acético, Acido Sórbico y Mono Diglicéridos de Ácidos Grasos Alimentarios. No es caro y se suministra en frascos de varios tamaños para adecuarse a las necesidades de cada criador. Es importante seguir las instrucciones de cada producto para que la dosis sea la adecuada según la cantidad de semillas y de agua. Básicamente estos productos usan el sistema de la acidez del agua, es decir bajar el PH del agua con lo que sin que esto sea un problema para las bacterias beneficiosas intestinales sea al mismo tiempo un eficaz remedio de lucha contra las bacterias y hongos externos nocivos que destruye y evita su formación.

Dejamos unas doce horas aproximadamente las semillas en remojo. Yo normalmente cambio el agua dos veces durante este tiempo y siempre con agua tratada con el bactericida.

Pasadas esas doce horas, lavamos nuestras semillas bajo el chorro de agua del grifo con el colador antes citado. Bien lavadas, removiéndolas de vez en cuando. El agua no nos debe de dar miedo.

Es en este preciso momento cuando hay que coger el aparato, cuencos, bandejas, etc. que usemos para germinar . Depositamos en él nuestras semillas remojadas y limpias.

Normalmente estas bandejas, cuencos o aparatos tienen bandejas para depositar las semillas con una base perforada o de fina rejilla para que escurra bien el agua a una bandeja o cuenco inferior donde se recoge el agua filtrada a través de las semillas.

Cuando tenemos a nuestras semillas en este cuenco o bandeja perforada en su base, añadimos por encima una cantidad de agua con el producto anti bacterias, cuya agua tratada se escurrirá hasta el fondo en la segunda bandeja o cazo sin llegar a tocar las semillas que quedan en la parte superior en el otro cazo o bandeja. Dejar el agua en este fondo para suministrar una humedad relativa a nuestras semillas, pero atención sin que queden ni sumergidas ni tocando el agua. Poner todo en un sitio con poca luz y ambiente cálido para facilitar la germinación. Dependiendo de la temperatura, humedad, luz y semillas usadas germinaran antes o después.

Durante el día ir remojando con agua limpia tratada nuestras semillas, es decir lavándolas de nuevo bajo el grifo y dejarlas escurrir en su bandeja derramando encima agua con el tratamiento anti bacteriano. De esta manera siempre estarán humedecidas con el producto que rebaja el PH acidulando el agua. Esta operación debe de repetirse varias veces al día. Incluso el día siguiente que puede que ya estén germinando las semillas. Si ya han sacado su raicilla o germen están en su punto, si aún no lo han hecho o solo unas pocas tienen indicios hay que seguir el mismo sistema anterior descrito, pues dependiente de los factores antes citados puede que germinen entre uno y dos días.

Una vez germinadas nuestras semillas, yo las limpio de nuevo, luego utilizo un calentador de agua tipo para preparar té o manzanilla y con el agua hirviendo las escaldo, pues con este solo proceso no pierden ninguna de sus propiedades ni vitaminas. Luego y pasados unos 30 segundos las limpio bien debajo el grifo para enfriarlas. Finalmente una vez bien lavadas y a temperatura ambiente, escurridas, les doy un corto baño con agua tratada con el anti bacterias, dejo escurrir y seguidamente ya les suministro solas o mezcladas con la pasta de cría a mis aves, a mis forpus. Podréis ver como las devoran y si miráis bien vuestras semillas estarán limpias, sin moho y aptas para su uso. Si os sobran las podéis poner en la nevera pues con el frío se detiene o ralentiza la germinación y no se deterioran permaneciendo algo húmedas.

A continuación pongo algunas fotos del proceso y de las bandejas que yo utilizo, sistema que me va muy bien para la germinación de mis semillas con seguridad y según he ido comentando.

Bandeja de fondo algo más grande y honda que la otra que se coloca en la parte superior. Una rejilla para que la bandeja superior no toque el agua que se escurre en la parte inferior. La bandeja superior ha sido perforada con un punzón manualmente para que escurra bien el agua. Todas esas bandejas han sido adquiridas en supermercados, grandes superficies o tiendas para uso de productos domésticos y de hogar. No existe dificultad para encontrarlas. Tened en cuenta que una debe de caber dentro de la otra y que la más grande tenga una rejilla como la de la foto para aguantar y aislar la bandeja superior. Así de fácil, mas allá de otros métodos usados.

Espero que sea de vuestro interés.

Ramon Tàpias

Forpus Paradise Center

Criador amateur de Forpus Coelestis, ancestrales y mutados.

Criador Nacional FOCDE – COE

www.forpus-paradise-center.com  

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